La odisea del yate Ulf

Por Cristian Nielsen Fue un 23 de junio, hace 96 años, cuando un par de ciudadanos finlandeses le ponían la quilla al que quince meses más tarde se convertiría en un yate perfectamente marinero construido en duras y fragantes maderas de los bosques paraguayos, como poéticamente describiría Manuel Ortiz Guerrero: “De tayí es la quilla – de urundey negro la férrea costilla – de laurel su casco – la banda de cedro y el mástil de fe…” La historia nació en San Bernardino, a orillas del lago Ypacaraí y tendría su final en una playa de República Dominicana, en donde la embarcación quedaría varada, un final inesperado pero heroico para la nave y sus tripulantes. Luego, por 30 días, el Ulf desapareció de las noticias hasta que se supo que había echado el ancla en la bahía de Río de Janeiro. FINAL INESPERADO La aventura, que más parece extraída de una novela de aventuras que de los hechos reales, finalizó el 30 de noviembre de 1926, cuando el Ulf fue arrojado por una fuerte tormenta hacia Playa Mosquea, en el extremo sur de República Dominicana, en cuyas arenas quedó varado. Días después, el Ulf era recuperado intacto. Fue el final inesperado de tres navegantes y un yate, lanzados a la aventura desde la pequeña y lacustre San Bernardino. ...[Leer más]